La soledad
posee muchos nombres,
está la soledad concurrida,
la distante,
la sufrida,
en ocasiones
la soledad buscada,
la servida
la intencionada,
la acompañada
que a fin de cuentas
sigue siendo soledad.
De cada cual emerge
y se esconde,
habita y se olvida,
y de nuevo vuelve,
por que a fin de cuentas,
sigue habiendo
soledad.
Precioso, Sylvia. Un placer. Volveré.
ResponderEliminarUn beso
Begoña
Qué curioso... Sobre este tema de la soledad... justo acabo de poner un pensamiento del poeta sufí Rumi en el Gatos sin Guantes... antes de venirme para tu blog... sincronías...
ResponderEliminarMe encantó tu poema. Nos vemos
♥